¿Cuál es el primer paso para evaluar un vino? A continuación, te explicamos cómo iniciar una cata y examinar las cualidades de una copa de vino.
El primer acercamiento al vino implica el uso del sentido de la vista: tienes que mirarlo como si lo hicieras con una persona.
El examen se realiza observando la copa y su contenido, primero llevándola a la altura de los ojos y luego inclinándola sobre una superficie blanca unos 45 grados (para evaluar la intensidad y el matiz cromático).
¿Qué se debe tener en cuenta durante el análisis visual?
Esta primera fase permite identificar diferentes características del vino y hacer una primera evaluación del producto.
- Lo primero que hay que evaluar es la limpidez del líquido y si presenta partículas en suspensión. La presencia de turbidez o elementos extraños podría sugerir una alteración del vino.
- A las principales alteraciones del vino también se les llama casse, palabra francesa que significa «rotura», relacionada con modificaciones químicas, físicas o enzimáticas y al exceso de algún metal. La casse oxidásica, que altera el color del vino volviéndolo oscuro y turbio, está vinculada a la acción del oxígeno y las enzimas oxidativas que actúan sobre uvas ligeramente mohosas.
- El vino puede estar sin filtrar, como sucede por ejemplo con los vinos naturales, y una menor transparencia, quizás debida también a los fermentos en suspensión (como ocurre con los refermentados en botella, los llamados Pet Nat o ancestrales) no tiene por qué indicar que haya habido un problema. Por ello, es muy importante conocer la tipología que vamos a degustar.
- Observa atentamente también el brillo del color, que indica el estado del vino y suele ser signo de juventud y de una procedencia de cepas cultivadas en zonas frías o con buenos rangos de variación de temperatura diurna.
Cómo evaluar la consistencia del vino
El segundo paso precede a la evaluación del color del vino, y utiliza diferentes escalas para vinos blancos, rosados y tintos.
A continuación, habrá que evaluar la consistencia del vino: hagamos rotar la masa líquida en la copa mediante un movimiento circular suave, pero decidido. La consistencia está determinada por la presencia de sustancias distintas al agua, es decir: la cantidad de alcohol etílico, polioles, ácido tartárico, ácidos fijos y polifenoles. Podrás apreciar la tendencia del líquido a detenerse y a formar arcos y lágrimas en las paredes de la copa: generalmente, las lágrimas caen más lentamente y los arcos son más gruesos cuando el vino es consistente, con buen cuerpo y rico en alcohol.
Como último paso, para evaluar un vino espumoso habrá que tener en cuenta la efervescencia y fijarse en el tamaño de las burbujas, si son finas o gruesas, si son numerosas y lo persistente que es el perlage. Por lo general, si el vino ha sido sometido a una segunda fermentación en botella y se ha dejado reposar durante años con los fermentos (Champagne, Cremant, Cava, Franciacorta, Trento Doc, Oltrepò Pavese MC, Alta Langa), podemos esperar burbujas muy finas, como «agujas», numerosas y persistentes, y tendremos un mayor brillo ligado a la capacidad de las propias burbujas de reflejar más luz.
Lo que no debes olvidar al iniciar una cata
Hay algunas pequeñas cuestiones que deberías tener en cuenta durante una cata de vinos para asegurarte de no altere el juicio final:
- No utilices perfumes, ya que cubrirán el conjunto olfativo del vino y también podrían molestar a los que degusten cerca de nosotros.
- No uses dentífricos mentolados inmediatamente antes de la degustación, porque alteran el sabor.
- Evita beber café o tomar caramelos de menta, regaliz o comidas picantes, porque también alteran el sabor.
- Llega bien hidratado y en óptimas condiciones psicofísicas, ¡especialmente si participas en calidad de juez en un concurso o en una cata guiada!